Científicos de la UNAM exploran el origen de la vida en ventilas hidrotermales en Guaymas, Sonora - Palabras Andantes

Ventilas Hidrotermales, Sonora. foto: UNAM.


En la cuenca de Guaymas, Sonora, lugar  que se encuentras repleta de ventilas hidrotermales los científicos de la casa máxima de estudios del país, en contaron organismos que podrían arrojar información sobre las  primeras formas de vida en el planeta.


En un boletín publicado el día de ayer a las 11 horas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comunicó que sobre el hallazgo. Además la Universidad enfatizó la importancia del mismo,  por la complejidad geológica y biológica, pues estos factores hacen a la cuenca un laboratorio natural.

En dicho estudio participaron, Carlos Mortera, Fernando Núñez Useche y Carles Canet Miquel, investigadores de esta casa de estudios que participan en el proyecto del International Ocean Discovery Program (IODP). En el proyecto también participa Augusto Rodríguez Díaz, del Instituto de Geofísica, y se ha sumado Ligia Pérez Cruz, coordinadora de Plataformas Oceanográficas de la UNAM, quien participa en la campaña de perforación profunda, que proporcionará muestras y datos del subsuelo marino profundo.


"El hallazgo se realizó a dos mil metros de profundidad bajo el nivel del mar, y los microorganismos encontrados tienen metabolismos tan singulares que ofrecen información sobre cómo se diversificó la vida en el planeta".

Además, detallan que el hallazgo se dio en una zona donde el agua en la zona es muy caliente, con temperaturas de hasta 270 grados, pero en la región estudiada había infiltraciones frías (cold seeps), asociadas a emanaciones de metano; estas características favorecen la presencia de organismos quimiosintéticos que no dependen del oxígeno y que están adaptados a ambientes hostiles, similares a los que pudieron existir durante las primeras etapas de vida del planeta.


En el boletín también los investigadores indagan sobre la estructura, el proceso de investigación y los  resultados que obtuvieron sobre las ventilas y su microbiota, los resultados de estudios sobre las interacciones entre la microbiota, los sedimentos y componentes químicos aportados por las ventilas. La cartografía del fondo marino revela detalles geológicos de una zona antes desconocida, que debido a su forma fue llamada Ringvent (ventila de anillo), con aproximadamente 500 metros de diámetro.

Por su parte el científico, Canet Miquel, del Centro de Ciencias de la Atmósfera, expuso que el sitio de exploración se encuentra en un santuario submarino, protegido por el Gobierno de México, y los microorganismos encontrados en la región son formas de vida con metabolismos tan singulares que ofrecen información sobre cómo se diversificó la vida en el planeta.

Además abundó que  “estos lugares, con temperaturas de moderadas a elevadas y un aporte continuo de compuestos químicos inorgánicos, proveen un ambiente similar al que, suponemos, dio origen a la vida o modelos análogos a sistemas biológicos en otros planetas”.

Y que, Ringvent es un ecosistema donde la actividad hidrotermal ha generado grandes anomalías térmicas, y la biota hidrotermal incluye gusanos tubulares gigantes, extrañas almejas, caracoles y crustáceos de aspecto amenazador, todos en un equilibrio de interrelaciones, dijo.

“Estos sitios son difíciles de encontrar y caracterizar, pero proporcionan enlaces importantes que hacen falta para comprender la evolución de los sistemas hidrotermales”, precisó Canet Miquel.

El mapa del fondo marino, el objetivo un mapa (cartas batimétricas), fue para seleccionar los sitios para hacer perforaciones y extraer núcleos de sedimentos, destinados a estudios mineralógicos, geoquímicos y biológicos, y sus interacciones, expuso Mortera, del Instituto de Geofísica.

También señala los investigadores de la UNAM que fueron invitados en 2013, por Andreas Teske, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, al taller "From Mantle to Microbes at a hydrothermal spreading center: Workshop for development of a deep-sea drilling proposal in Guaymas Basin".

Mortera explica que ante de realizar una exploración profunda con el buque (Challenger) que perfora hasta tres mil metros de sustrato, sin embargo destruye las capas de sedimento marino, se realizaron antes dos exploraciones preeliminares con dos buques, la primera exploración fue en 2014 con el buque oceanográfico  llamado El Puma, la segunda campaña fue en 2015 con el buque alemán llamado Sonne 241.

“Este proceso fue clave para comprender el origen de la vida. ¿Cuáles son las condiciones que la sustentan en el hostil subsuelo marino de Guaymas? Si uno va de un punto a otro encuentra condiciones diferentes y diversas especies microbianas. Así, al final se puede abordar el origen de la vida como un conjunto, con las condiciones geológicas y químicas variables”, manifestó el científico.

El también titular del Laboratorio de Cartografía Oceánica, en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, recordó que en 2016 el equipo universitario desarrolló un mapa detallado del fondo marino, en el que se señalaron las ventilas hidrotermales y estructuras anulares donde se realizó el estudio recién publicado.

Y que en 2017 extrajeron diversas muestras; 70 kilogramos de fragmentos de ventilas submarinas fueron enviados a Canet Miquel, a quien se le encargó el estudio de la composición mineralógica, química e isotópica de los depósitos minerales submarinos

 Por su parte, Núñez Useche, del Instituto de Geología, detalló que las muestras analizadas fueron extraídas en 2016 y en ellas es posible identificar los orificios centrales de donde emanan los gases y el calor provenientes del subsuelo marino.

“El fluido caliente brota a través del conducto central y genera un patrón concéntrico de minerales, donde lo más externo es lo más antiguo, y lo más interno lo más reciente. Nosotros estudiamos cada una de estas mineralizaciones –composición química y mineral—”, indicó.

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