LA TIERRA Y LOS QUE CARGAN AL MUNDO: Escrito por el antropólogo René Esteban Trinidad.

LA TIERRA 
Y
LOS QUE CARGAN AL MUNDO

Por René Esteban Trinidad.
Fuente:@RenéEstebanTrinidad.


La cosmovisión de los pueblos mesoamericanos se construye a partir de la premisa fundamental: la imposibilidad de conocer completa y claramente cómo funciona el universo, en particular la vida y la muerte (Chamoux, 2016: 34). Además, de la particularidad  del ser humano  y como perciba su entorno condicionado profundamente por su cultura y en consecuencia, todo estudio de las sociedades y sus transformaciones deba partir de la diversidad de las concepciones y formas de acción dictadas por la cultura (López Austin, 2012:1).  
En ese sentido, los pueblos nahuas de la Sierra Norte de Puebla al vivir en carne propia los sismos del 7 y 19 de septiembre del 2017, tratan de explicar las posibles causas a través de la cosmovisión. Por un lado, los jóvenes nahuas que tiene una educación formal, incluso universitaria, señalan que un sismo es ocasionado por los choques de las placas tectónicas y por el otro lado, los nahuas adultos culpan a los jóvenes a causa  de no contraer nupcias y morir sin responsabilidades, a decir de una mujer nahua adulta:  

Quitohua queman tlalollini, moacolpatla aquiquimamaticate in tlaltipactli, quimama tlaltipactli: aquiahmo mocihuauhtique, aquimihque telpopochten, aquichipahuaque.
Dicen que cuando hay un temblor, los que están cargado la tierra cambian de hombro, cargan el mundo: los que nunca se casaron, los que murieron jóvenes, los que están limpios.

Por lo tanto, podríamos aludir que cargar al mundo es un castigo post mortem, ya que, cada vez que se integra alguna entidad anímica al  colectivo de fuerzas  que sostienen al mundo provocan un sismo. Cabe señalar que, los que cargan el mundo son las almas de los jóvenes, las almas de los solteros y las almas de los que nunca tuvieron algún encuentro sexual. También, podría interpretarse como un premio post mortem,  porque la Tierra es sagrada, puesto que, su nombre en náhuatl proviene de la deidad Tlaltecuhtli.  Como dato etnográfico, en las fiestas patronales de la Sierra Norte de Puebla las Vírgenes  y los Santos en la fiesta patronal son sostenidos por jóvenes nahuas considerados “puros”. 
En la mitología griega se narra un personaje llamado: Atlante o Atlas que guió la guerra contra los dioses del Olimpo y al perder, fue condenado por Zeus a cargar al mundo sobre sus hombros. Entre los tzotziles “son los dioses o vashak men de los cuatro puntos cardinales que cargan el mundo en sus espaldas” (Holland, 1961: 168). 
Pero, ¿cómo es el mundo que sostienen? En náhuatl se llama tlalticpactli a la superficie terrestre,  tlalitec al interior de la Tierra y tlalli  a la Tierra, no, nunca, nadie me ha comentado en mis investigaciones que la Tierra es la Madre o Nuestra Madre, más bien, es un calco semántico del español al náhuatl, madre tierra: tonantzin tlalli. Siguiendo con  las concepciones de la Tierra los nahuas serranos recurren a metáforas como la Tierra es un mantel, “El tlalticpactli, él, es para siempre un mantel, él para siempre estará mandando, nosotros no es lo que tenemos, solamente estamos de pasó en su cara dos o tres años, en su cara nos pasamos [la vida]  trabajando, una vez él nos hizo germinar, [después] vamos, [en fin] llegamos en la boca del tlalticpactli ” (Hernández, 2000:56 citado en Chamoux, 2016: 43).
Los nahuas para explicar el aspecto fisionómico de la Tierra, aluden a los artefactos domésticos, “dicen que [la Tierra] es como un comal” (Chamoux, 2016:44), a lo que nos lleva a pensar que es un comal terrestre, en este sentido, la Tierra se concibe como un contenedor con una superficie plana, por lo tanto, podría poseer la forma de un mantel, de una olla, de una jícara volteada y de un comal.
Una analogía de Marie Noëlle muestra que en 1970, los nahuas serranos le indicaron que la Tierra es como un ser vivo, con un cuerpo de animal intrínsecamente orientado, su carne son humus y sus huesos son las piedras (Chamoux, 2016:48). Podríamos imaginar la espalda de un cipactli o cocodrilo, la piel rugosa y áspera podría simular la superficie terrestre y reforzar la idea nahua de que “el mundo está como rodeado de cerros”.
Incluso, se ha señalado que tlalticpactli tiene su dios o señor, nombrado tlalticpac tlacatl, que es “el que manda a la semilla” (Chamoux, 2016:53), podríamos pensar que para los nahuas serranos la tierra es hombre, es el que siembra y manda a las semillas, además de que los antiguos nahuas identificaban a tlaltecuhtli como el señor de la tierra.

Así que, se ha aludido que la Tierra es como un mantel, como el cuerpo de un animal, como una olla, como una jícara  y como un comal, De modo que,  es sostenida por las almas de los jóvenes nahuas que jamás asumieron responsabilidad.  Quizá estas precisiones sólo son elementos que estructuran otra visión del mundo.

René Esteban Trinidad.
Maestro en Antropología social y Director del centro 
coordinador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas
delegación Huauchinango.  


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