Salvador Allende un hombre fiel a sus principios por Iván Pérez Esteban.

Salvador Allende un hombre fiel a sus principios


Por Iván Pérez Esteban.


Salvador Allende.

El bloqueo económico de los Estados Unidos de America fue un factor que contribuyó en la caída del gobierno de Salvador Allende, que detonó en una profunda crisis económica, una inflación jamás vista en ese país, el incremento de conflictos tanto sociales como laborales, entre otras cosas. “El invisible bloqueo financiero y económico”, así lo llamó Allende en un discurso ante las Naciones Unidas, en diciembre de 1972. Algo semejante sucede con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela que se encuentra inmersa en una profunda crisis humanitaria.
     Por otro lado, está la imagen de un presiente enamorado de su país, Allende conocía perfectamente los momentos que se vivan en esa época y que la única forma de salir de éste problema es con la unidad del pueblo chileno. Cabe aclarar que en este texto no solo no se abordará, el proceso del golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, es decir, el inicio y la culminación del ataque armado, sino también, la intervención de los Estados Unidos de America con el bloqueo económico hacia Chile. A su vez, se analizará el último discurso de Salvador Allende en el que se dirigió al pueblo Chileno. Sobre todo, enfatizar la congruencia en el discurso del presidente socialista en relación con sus actos.
     El 11 de septiembre de1973 se dirigió por última vez al pueblo chileno desde Palacio de la Moneda, como lo hizo el cuatro de diciembre de 1970, desde uno de los balcones de la Federación de Estudiantes de Chile, después de haber ganado las elecciones, sin embargo, está vez a través de estaciones de radio, porque había dado inicio el ataque para derrocar al presidente socialista.

Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. (Regeneración, 2015).

     Sin embargo, dentro de ese romanticismo Salvador Allende, entre un mar de bombas, demuestra ser congruente y obediente al pueblo. Además, según Sutherland, en su libro irracionalidad: el enemigo interior, se obedece a personas que representan un poder de autoridad (Sutherland, 2015: 62). Aunque, dependiendo la perspectiva de las personas, en el caso de Salvador el pueblo es la mayor autoridad. Salvador Allende demostró ser un patriota ejemplar que revela su inquebrantable valor, que se refleja en la confianza que le tiene al pueblo chileno, la firmeza de sus ideales políticos y, sobre todo, la increíble determinación de cumplir todas sus promesas a costa de su vida.
        Un ejemplo claro, en la actualidad, seria el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que lo a dicho en repetidas ocasiones que él sólo se debe al pueblo, “que sin el pueblo él no sería nada o casi nada” (CNN en Español, 2018: 08,27). También, que solamente es al pueblo a quién se le debe de rendir cuentas. A demostrado no solo respeto con frases, como: “me hinco dónde se hinque el pueblo” (CNN en Español, 2018: 00,47), sino, con acciones, como las consultas, una en concreto sería, la consulta por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), realizada del 25 al 28 de octubre del 2018, que generó una controversia y debates muy acalorados entre la sociedad mexicana. Donde demostró como se dijo con anterioridad, respeto al pueblo mexicano, dónde la sociedad decidió la cancelación de la construcción del NAIM.
       Aunque, varios podrían argumentar que Salvador Allende no se fue de Palacio de la Moneda, porque ya estaban bombardeando y no tuvo ninguna otra forma de poder huir,  además que actuó por instinto; pero, no fue instinto lo que demostró y expresó, sino la de mantenerse congruente a sus ideales, además, en todo el discurso la tranquilidad es la imperante y  Allende era consiente del momento en el que estaba.

Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo […] Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos” (Regeneración)

   Consideremos ahora, en los términos estudiados por  Daniel Kahneman de los psicólogos Keith Stanovich y Richard West, que existen dos tipos de pensamiento, en concreto, el pensamiento uno, que se le denomina como el del “instinto”, es decir, éste pensamiento opera de manera automática sin ningún esfuerzo y cuando éste se siente rebasado despierta al pensamiento dos de la “racionalidad” que nos hace pensar y reflexionar sobre nuestras acciones que está asociada a actividades subjetivas como actuar, elegir, concentrarse (Kahneman, 2012).
    Consideremos esta hipótesis, del proceso que pudo haber ocurrido dentro  de la cabeza del presidente chileno, Salvador Allende, probablemente, como se mencionó con anterioridad, el pensamiento del instinto fue rebasado activando al segundo pensamiento, que hizo que reflexionara que quizá el final era el mismo si se entregaba a las Fuerzas Armadas, y que era un acto de cobardía el salir huyendo. Las decisiones tomadas por el presidente Salvador Allende a lo largo de su administración pueden ser criticadas, sin embargo, no son las mismas condiciones que se viven en la actualidad a los del siglo pasado, y  cuando se critica las acciones no se hace en las mismas condiciones en las que estuvo Allende.  
   Definitivamente, la decisión expresada en aquel discurso del 11 de septiembre, no puede ser refutada de ser irracional, pues claramente el objetivo del sacrificio del presidente Allende, son muy claras y así fue como lo expresó: “Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”(Regeneración, 2015).
   Teniendo en cuenta que, la racionalidad en la toma de decisiones, solo se puede calificar o decir que es racional cuando sabemos cual es el objetivo (Sutherland, 2015), al ser intencionales, participan las propiedades de la racionalidad: tiene un deseo desencadenante, con un objetivo y que suscitan una serie de elecciones apoyadas en un conjunto de creencias (Bermúdez, 2014: 14), como lo expresado en el párrafo anterior, sobre la decisión de sacrificarse para ser una lección moral y convertirse en un estandarte para las próximas generaciones.
    Y a su vez,  éstas lucharán por un cambio de régimen, en busca de esa utopía chilena que alguna vez Salvador Allende vislumbró en el horizonte. En aquella intervención ante el Senado chileno en noviembre de 1945, expresó dicho sueño que:

Tornar democrática la democracia, significa, pues, hacer de la riqueza nacional  un patrimonio de todos y no de un grupo privilegiado; significa llevar la sanidad a todos los pueblos y villorrios del país; significa sembrar de escuelas el territorio y dotarlo de todos los medios y elementos culturales; significa bríndales asistencia social y médica a todos los chilenos, sin ánimo piadoso, sin exclusiones sectarias, con sentido solidario y patriótico. Significa, en fin, poner la Nación al servicio de todos los chilenos y organizar un Patria para la  comunidad americana y la solidaridad mundial (De la Fuente, 2011:1015 -1016).

   Pongamos por caso, nuevamente al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Construir un país con bienestar; impulsar la reactivación económica, el mercado interno y el empleo; rescatar el sector energético; la cultura para construir paz y bienestar para todos; salud para toda la población; garantizar el derecho a la educación; libertad e igualdad, sobre todo, erradicar la corrupción, el dispendio y la frivolidad, estos y muchos más puntos vienen plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, presentado por AMLO el pasado 30 de abril del 2019. Basado en el Plan Sexenal de Lázaro Cárdenas (1934-1940), además, en el Programa del Partido Liberal Mexicano (1906). Allende buscó hacer realidad lo dicho ante el Senado, sin embargo, murió con ese sueño, ahora AMLO busca establecer un estado benefactor.
Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente […] Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria[…] El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.(Regeneración, 2015).

 El discurso de un hombre entregado, sobre todo, comprometido a sus ideales y a las responsabilidades que contrajo con el pueblo chileno, el discurso expresado por Allende nos deja un sabor agridulce. Porque por un lado deja ver una profunda decepción hacia aquellos que orquestaron el ataque, es decir, la fuerzas armadas entre otras partes de la sociedad chilena. Por otro lado, un discurso lleno de esperanza en que algún día el pueblo chileno será libre, además buscó empoderar y hacer un llamado a la sociedad de que no se deje humillar de ninguna forma y por ningún ser humano. 
    Para concluir, se podría decir que fue un discurso romántico, de un hombre que sabia perfectamente, del momento que se vivía en el país, y que las decisiones que tomó eran correctas, tenía la certeza de que entregarse no cambiaría el destino y mucho menos el salir huyendo. Salvador Allende murió obediente al mandato que le fue otorgado por el pueblo chileno, que para él era la máxima autoridad.















  

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