La racionalidad de las compras de pánico por el Covid-19

Sam's Club Cuemanco/Foto: Jornada.

[Por Iván Pérez Esteban]

Las autoridades mexicanas han declarado emergencia nacional sobre la pandemia Covid-19, virus que fue descubierto a finales de diciembre de 2019 en el poblado de Wuhan, China, un virus de rápida transmisión. Rápidamente se dispersó por el mundo, mostrando que cualquier país es vulnerable, sin importar si son sumamente desarrollados como es el caso de China, Italia o España, que sucumbieron ante este nuevo virus. Pero, ¿cómo podemos enfrentar está pandemia que tiene paralizado al planeta entero?

En este escenario se encuentra México, en donde sus autoridades desde el primer momento en el que se anunciaron los primeros casos del coronavirus, como se le conoce coloquialmente, comenzaron a desarrollar un plan para contener su transmisión. El gobierno de México ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como el país que se ha adelantado al cada uno de las fases que tiene esta pandemia. 

Sin embargo, este gobierno ha sido fuertemente criticado por los partidos políticos y opositores, que no comulgan con los ideales del líder de esta nueva transformación, Andrés Manuel López Obrador, por declaraciones y actos que ha dicho o hecho como la continuación de sus giras por los Estados desde hace algunas semanas, a pesar de que el Consejo General de Sanidad tomó la decisión de implementar una serie de medidas y poner en cuarentena a la población para mitigar los contagios.

Es evidente la existencia de una convergencia de información dentro de las redes sociales; por un lado, el gobierno de México diariamente en una conferencia vespertina informa sobre los acontecimientos sobre este virus. Por otro lado, la gran circulación de noticias falsas que buscan infundir miedo, la fragmentación de la sociedad mexicana sobre la supuesta poca respuesta del gobierno, encabezado por AMLO. Dando como resultado, las compras de pánico, el robo a tiendas.

Desde el primer momento de la declaración de la pandemia, e incluso antes, se comenzaron a difundir noticias falsas por parte de medios nacionales, periodistas de larga experiencia en esta profesión han caído en la propagación de ese tipo de noticias falsas, como es el caso del empresario José Kuri, quien el pasado 15 de marzo fue nota en diversos medios nacionales y diversos periodistas anunciaron que había fallecido a causa del Covid-19. Misma que fue desmentida por la Secretaría de Salud.


“De acuerdo con el Reporte de Noticias Digitales 2019 del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, 67 por ciento de los usuarios de internet en México se informan principalmente a través de Facebook; 42 por ciento a través de YouTube y 41 por ciento por WhatsApp. Entre las fake news compartidas a nivel nacional y en las entidades -y que han sido desmentidas por autoridades-, están supuestas declaraciones de emergencia nacional y confirmaciones de casos de Covid-19 [por parte de la OMS]” (Martínez, 2020).


Los animales son seres impulsivos, entendiendo como animal incluso al ser humano, es decir, que actúan o reaccionan a través de sus instintos. Sin embargo, lo que nos distingue de las demás especies, es que los seres humanos son capaces de racionalizar sus acciones pero, en algunos momentos, las personas llegan a ser irracionales. Esto no significa necesariamente que se comportan agresivamente, que sería algo lamentable, sino desorientadamente. 


Nacemos con un conjunto de impulsos biológicos, como el hambre, la sed, el instinto sexual y la evitación del dolor, así como con otras motivaciones más escurridizas pero igualmente poderosas, como las curiosidad o la necesidad de dominar o de pertenecer a un grupo. La presencia de estos impulsos nos hace tender a ponernos en primer lugar. Se podría afirmar —y así se ha hecho— que esto es irracional (Sutherland, 1997).



Además, los seres humanos somos seres sociales, es decir, las personas viven rodeadas de más personas, formando así comunidades. Estas comunidades se encuentran regidas por normas de conducta y normas morales de orden civil, social o de credo. 

Toda persona que nace dentro de las sociedades, tiene que adecuarse a éstas para ser funcionales para la población; es tal la influencia social que las personas saben que si no cumplen y respetan las normativas, serán castigadas por la ley y juzgadas por la sociedad. Porque a decir, de Stuart Sutherland quien ha dicho que la irracionalidad “es como el hecho de llegar a conclusiones que no se pueden justificar por el conocimiento que se tiene, y, en la medida en que uno distorsiona su visión del mundo o de sí mismo” (1997:26).

Consideremos ahora, en términos estudiados por Daniel Kahneman de los psicólogos Keith Stanovich y Richard West, que existen dos tipos de pensamiento, en concreto, el pensamiento uno, que se le denomina con el del “instinto”, es decir, éste pensamiento opera de manera automática sin ningún esfuerzo y cuando éste se siente rebasado despierta al pensamiento dos de la “racionalidad” que nos hace pensar y reflexionar sobre nuestras acciones que está asociada a actividades subjetivas sobre como actuar, elegir o concentrarse (Kahneman, 2012). 

Consideremos esta hipótesis, sobre el proceso que puedo haber pasado dentro de la cabeza de uno de las personas que hicieron compras de pánico, quisiera precisar que de ninguna manera se hace referencia a los saqueos a tiendas, como se menciono con anterioridad, el pensamiento de instinto fue rebasado, activando al segundo pensamiento, que hizo que la persona reflexionara que quizá el final era el mismo si compraba o no.

Los medios de comunicación son espacios del poder, los media son utilizados como instrumentos de divulgación y propagandísticos de las elites para desestabilizar al país con el fin de golpear el gobierno del tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador. Es por eso que difunden hasta inundar las redes sociales de fake news o paparruchas (noticias falsas), buscando generar miedo a las personas. No se deben de estereotipar a las personas que realizan compras de pánico, pues son una respuesta natural de nuestros impulsos biológicos sobre la situación que se vive en nuestro país. Intensificado por la difusión de información falsa por parte de los medios de comunicación. Sobre todo, los grupos de poder en las élites.

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Referencia Bibliográfica.

Kahneman, Daniel,(2012)Pensar rápido pensar despacio, España, Random House Mondadori.

Martínez, Marcos, (2020) Las fake news en la era del Covid-19 y como combatirlas, Aristegui Noticias, México. Recuperado: https://aristeguinoticias.com/2303/mexico/las-fake-news-en-la-era-del-covid-19-y-como-combatirlas/

Sutherland, Stuart, (1997), La irracionalidad: el enemigo interior, Madrid, Alianza.


Iván Pérez Esteban.

Es estudiante en Comunicación y Cultura por

 la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).



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